martes, 12 de junio de 2007

Contrastes......

El sol comienza a entrar por mi ventana. Los primeros rayos del amanecer milanés penetran en mi pequeña habitación de nuestra casita del quinto piso de via Padova 65. Nubes, para variar. Frío y calor. No sabes que ponerte para salir a la calle.
Tranquilidad. A estas horas de la mañana la ciudad todavía no ha despertado. Pronto llegara la marabunta de vehículos y personas subiendo y bajando por la calle. Gente moviéndose. Gente esperando el autobús en frende de mi portal. Coches moviéndose. Coches aparcados a la espera de que lleguen sus dueños para efectuar el mismo recorrido de siempre. De casa al trabajo. Del trabajo a casa. Esto no es el centro.
Ahí la vida cambia radicalmente.
Sigue habiendo coches y personas. Moviéndose y parados. Parece que no hay diferencias. Pero si que las hay. Muchas y muy grandes.
Milán es una ciudad de grandes contrastes. Sólo tienes que coger en metro en la parada mas cercana a mi casa, Pasteur, y bajarte en San Babila o en el Duomo. En poco mas de diez minutos has pasado de estar en un barrio de inmigrantes sudamericanos, chinos, pakistanies y árabes para encontrarte con el centro de una de las ciudades más imprtantes de Europa.
Es el Milán más auténtico, donde te puedes encontrar con todo tipo estilos y formas de vivir; jóvenes y adultos conviviendo en una perfecta armonía. Los primeros a pasar el día por ahi, compras, copas, quedar con los amigos. Los segundos, el trabajo que les ocupa hasta la tarde, cuando se pasan por algun bar del centro a tomar el aperitivo, ya sea el Straff o el G Lounge.
Es un ritual de todo buen milanés: después de todo el dia haciendo lo que se tenga a bien hacer, sobre las siete de la tarde tienes una cita en uno de los innumerables bares que plagan esta ciudad para tomarte una copa mientras tomas un tentempié. Estoy seguro que lo voy a hechar mucho de menos en España.
Debemos ser conscientes de la importancia que tiene el estilo de vida de las personas a la hora de marcar la identidad de una ciudad. Según se comporten sus habitantes, así actuará la ciudad. Dependiendo de las necesidades de las personas, así una ciudad tendrá mas o menos cualidades para ser agradable para vivir. Estamos obligados a separar dónde dormimos de dónde vivimos.
Así es Milán. Una gran perifieria urbana donde la gente duerme, y un pequeño centro para vivir. Un magnífico punto de referencia de toda nuestra vida cotidiana. Compras, turismo, diversión, cultura, es lo que ofrece el centro. Eso si, Milán es una ciudad para los que les guste la vida de ciudad con todos sus pros y sus contras, porque tiene muchos pros, pero igualmente, los contra son incontables, solo aptos para amantes de las ciudades.

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